No tendría sentido que un Estado más poblado que cualquier país miembro, predominantemente islamista y asiático, pudiera ser miembro dela Unión Europea. En este caso, además, arrastraría las fronteras de Europa a vecindades peligrosas (Siria, Irak, Irán, Armenia, Georgia) y echaría sobre nuestros hombros una difícil tarea de control sobre esa parte del mundo. Los Estados Unidos probablemente estarían encantados de que nos metiéramos en esos avisperos y les sacáramos mucha de la tarea de policía que asumieron demasiado alegremente, como acabamos de ver en Afganistán. Bastantes problemas nos crea ya la poca tradición democrática de algunos países de la ex URSS y vecinos como Bielorrusia.

Bruselas debe desmontar el tinglado institucional creado al reconocer a Turquía la condición de país candidato a la adhesión, concedida hace más de 20 años y que debe retirársele cuanto antes. Es mejor dejarse de tapujos y, de paso, ahorrarse estructuras burocráticas para proyectos sin salida. Se podrían emplear mejor destinándolas a negociar e implantar una nueva relación, en la que Turquía sea vecino privilegiado en temas comerciales y, muy importante ahora, en recibir generosas ayudas para la atención a los millones de desplazados procedentes de las conflictivas regiones próximas y evitar así que se muevan hacia el oeste en cantidades difíciles de absorber.

Habría que exigir  también que el país mantenga formas políticas democráticas, no aplaste minorías (kurdos en particular) y deje de crear tensiones instigando a su alrededor conflictos de base religiosa. Sería deseable, por último, promover y apoyar acuerdos económicos entre Turquía y países fronterizos para fomentar el comercio entre ellos. Una medicina que, como demuestra el propio caso de la UE, sirve para reducir tensiones.

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2 comentarios

  1. Hace ya 20 años tenias muy claro lo mismo que hoy defiendes en esta entrada. Recuerdo que así lo expusiste en una brillante conferencia dictada en la Camara de Comercio de Coruña a la que tuve oportunidad de asistir.
    No me cabe duda que los solidos, pormenorizados y convincentes argumentos que entonces planteaste se verán ahora enriquecidos, en el nuevo libro, con lo que el paso del tiempo y las distintas circunstancias aportan como ya anticipas en el blog.

    1. Tu siempre tuviste muy buena memoria y yo una cierta capacidad de tener razón antes de tiempo, que, en la práctica, equivale a no tenerla, como nos recordaba Adriano en la versión de Marguerite Yourcenar. Turquía o los billetes se acercan a un punto en que, por fin, se tomarán medidas

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