El intento ruso de anexión de Ucrania mediante la fuerza militar puede verse desde una perspectiva de género. Pocas cosas como una guerra ponen tan en relieve los papeles que la sociedad tradicional reserva para hombres y mujeres.

Ellos disparan las armas, conducen transportes blindados, tanques y aviones obedeciendo órdenes del supremo macho alfa. Responden a ese instinto primitivo de los varones de ampliar los terrenos de caza, aunque en este caso, a tenor de experiencias previas, lo que buscan es más corrupción y garantizan más pobreza y desigualdad.

Los hombres son también mayoritarios en la defensa del país invadido y en las listas de caídos en las batallas. Ellas son, sobre todo, las que cuidan a los mayores y a los heridos en casas, residencias, refugios y hospitales. Las estaciones, las carreteras, los pasos fronterizos hacia el oeste, hacia la vieja Galicia austrohúngara, se llenan de mujeres desesperadas que intentan alejarse para proteger a sus hijas y a sus hijos que aún no están en edad de combatir.

También hay algunas que empuñan las armas o fabrican bombas, pero las imágenes que transmiten las guerras reflejan la exacerbación de los problemas que crea el machismo. Por eso nos parecen casi irreales y nos llenan de incertidumbre y temor por las consecuencias de un tipo de conflicto que en nuestros continente considerábamos una superada pesadilla de la historia.

La semana pasada se celebró el Día de la Mujer. Viendo lo que ocurre en el este de Europa, sólo cabe esperar que las reivindicaciones de igualdad triunfen, que más mujeres alcancen puestos de alta responsabilidad en la política. Un planeta menos macho será más amigable. Un mundo donde las mujeres adquieran el protagonismo que les corresponde es lo que precisamos. Como escribí en mi ensayo, la libertad de la mujer es el principal desafío de la Humanidad en el S XXI.

En Ucrania se enfrenta el futuro pacífico, democrático y solidario de la humanidad, con lo peor de nuestro pasado. Todos debemos actuar y podemos hacerlo. El día 7, víspera de la fiesta reivindicativa de las mujeres propuse medidas colectivas (Entre todos podemos parar a Putin) que podrían forzar el fin del conflicto y que están al alcance de todos y, especialmente, de todas.

La ambigüedad de China con la guerra de Ucrania pone en aprieto a las tecnológicas chinas

Titular de 5 Días hoy, día 15. Se refiere a posibles sanciones de los EEUU, pero si actuamos como consumidores responsables la eficacia será mayor, porque no se trataría de una pelea entre gobiernos sino de una reacción de la sociedad civil en libertad, algo que desprecian los totalitarios porque piensan que nos pueden controlar.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *