Un conjunto de chicas de Burela, una villa pesquera del Cantábrico gallego, se ha proclamado campeón de Europa de fútbol sala, ganando en la final al Novara italiano por 6-0. No está nada mal, aunque se trate de un deporte minoritario.
En la prensa nacional del día siguiente, el de la Constitución, el hecho pasó desapercibido. Es normal, se trata de un deporte secundario, encima de un equipo de mujeres y, ya el colmo, de un sitio apartado. Por eso se puede ver como un síntoma de nuestros problemas. Ese día los medios más relevantes dedicaban mucho espacio a debatir sobre una Constitución que tiene agujeros notables, pero, en general, se proponen zurcidos menores. Quizá por eso pasan por alto la hazaña del Pescados Rubén Burela, algo fuera de los esquemas preconcebidos que mandan en muchas cabezas.
En el tema de las mujeres, lo que preocupaba ayer es que la Carta Magna recoja la prelación del varón sobre la hembra en la sucesión de la corona, un postulado machista que evitó que tuviéramos como reina a la Infanta Elena. No se habla de la anomalía de que una constitución de la segunda mitad del siglo XX recupere una forma de gobierno medieval y coloque a España como el único país europeo que ha recuperado la monarquía, después de suprimirla, desde mediados del siglo XIX. Encima lo hemos hecho dos veces. Nuestro rey se limita a leer generalidades y buenos deseos, tras recibir en herencia la Jefatura del Estado de un padre obligado a dejar el cargo por reiterado comportamiento incorrecto, dicho con suavidad. Da envidia observar lo bien que se ganan el sueldo los Presidentes de las vecinas repúblicas de Portugal e Italia.
Nos cansamos de pontificar sobre la necesidad de empoderar a las mujeres y no damos relevancia a un logro en el mundo del deporte, conseguido por ellas. Nos preocupa la España que se despuebla y no destacamos lo que consigue una villa algo aislada, aunque esté en la costa y tenga una importante actividad pesquera.
Nos gusta coger el rábano por las hojas. Así, ni cambiaremos los graves errores que tiene una Constitución hecha de prisa y bajo la presión de los herederos del franquismo, que aún la siguen protegiendo, ni conseguiremos mejorar la España más alejada de las ciudades apoyándonos en sus potencialidades. Tampoco eliminaremos inercias mentales que tapan logros femeninos y dificultan que veamos a las mujeres como personas completas en todos los aspectos.
¡No puedo estar mas de acuerdo contigo.!
Tenemos la obligacion de seguir luchando para la visibilizacion de tantas y tantas mujeres que hacen y han hecho que nuestra sociedad funcione.
Y de la constitución, que queres que te diga, les da miedo perder previlegios y reconocer que se sustenta en…¡nada!
Un placer leerte y el jueves escucharte.
El ensayo que da origen a este blog da un papel central a las mujeres, las defino como el mejor sensor del nivel de democracia. Cuando les empiezan a recortar derechos o a ocultar lo que consiguen es síntoma de que vamos para atrás. Me alegro que te guste mi reivindicación de esas campeonas olvidadas.
Esta claro que en Galicia se nos da bien el futbol sala.
El brillante éxito del equipo femenino burelense, digno de gran elogio, viene a «reverdecer» los conseguidos años atrás por el club compostelano «Lobelle» (ahora Futsal) de la misma disciplina, pero masculino. Es una muestra más, y son tantas y tan notables que insistir en ello parece redundancia innecesaria, de que más allá de la materia de la que se trate (física, intelectuál…) la igualdad hombre/mujer, ni en nuestra tierra ni fuera de ella, no debería tener que ser a estas alturas objeto de tan reiterados debates y soflamas.
Claro que tal evidencia no es válida como apoyo para defender otros asuntos más opinables como se tratan en la entrada objeto de comentario.
Pues siento disentir, es un magnífico ejemplo de los sesgos que aún hay en el tratamiento de la actualidad