Una buena noticia: Erdogan retrocede

La parte más europea de Turquía ha puesto límites a las maniobras del autócrata vocacional que los gobierna. Estambul lo ha derrotado por segunda vez, después de que obligara a repetir unas elecciones municipales que ya había perdido por escaso margen hace unas semanas. Le ha salido el tiro por la culata. El pueblo tiende a no perdonar a los que abusan del poder, a veces con la ayuda de los derrotados, que suelen caer en excesos de soberbia y, afortunadamente, cometen errores graves.

Su partido (AKP) no sólo ha perdido con claridad el gobierno municipal de Estambul, la gran ciudad de Turquía, sino que también ha reforzado al ganador, Ekrem Imamoglu, que hasta ahora era poco conocido en el resto del país y ahora , gracias a la cobertura de dos campañas sucesivas, se ha convertido en un líder nacional, que podrá disputar la presidencia a Erdogan al frente de un partido (CHP) de orientación socialdemócrata y laica.

Recip Tayyip Erdogan es un sultán vocacional, alguien de otro tiempo apoyado en ideas religiosas retrógradas que aún tienen predicamento en las zonas más rurales de Turquía. Un dirigente peligroso para los turcos, para algunos pueblos vecinos y para la democracia, pues le gusta ir del brazo de otro autócrata del Libro, Vladimir Putin. Es muy negativo para las mujeres, que agradecerán que vaya perdiendo poder. Así podrán aumentar sus libertades y cambiar la tendencia de los últimos años que las llevaba a estar cada vez más sometidas a los varones.

En el libro encontrarán muchas referencias a Erdogán y a otros líderes con tendencia autoritaria, que a combaten las conquistas de la democracia y las soluciones a los conflictos internacionales, que se basan en los principios de la paz y la cooperación internacional.

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