Hay consenso en España de que hace falta invertir mucho en investigación, tanto privada como pública. Es un buen punto de partida para avanzar en esa dirección, tenemos voluntad de hacerlo. Pero no será fácil porque exigirá cambios en el modelo económico (entrada del 31/05 “Mucha más investigación, mucho menos ladrillo”) y en la organización de los centros públicos donde se investiga. A este segundo aspecto me refiero ahora

Contamos con experiencias positivas. La ventaja de los Estados descentralizados es que se desarrollan iniciativas en unas comunidades que pueden ser copiadas por otras. En casi todas las CCAA  hay buenas plataformas investigadoras que conviven con otras de menos rendimiento por excesiva burocratización, un lastre que menoscaba el proceso investigador, en búsqueda permanente de conocimiento y de soluciones para todo tipo de problemas.

Cataluña y Euskadi disponen quizá de los mejores modelos institucionales, combinan lo privado con lo público y permiten obtener buenos resultados. Nos lo recordaba el pasado domingo en un artículo en el suplemento de negocios de El País, Andreu Más Colell, que fue, entre otras cosas, profesor de Harvard y Director Europeo de Investigación. Es probablemente nuestro mejor experto y siempre insiste que la investigación necesita, además de recursos suficientes y sostenidos, buenas infraestructuras institucionales que amparen centros donde trabajen equipos de alto nivel. Hay que combinar la solidez del apoyo público con la flexibilidad de los sistemas de gestión privados. Contando con plataformas eficaces, llegaría con dos mil millones anuales más para pegar un salto muy importante para llegar a tener una sociedad y una economía desarrolladas.

Ha llegado la hora de olvidar para siempre lo que el peculiar carácter de Don Miguel de Unamuno le llevó a escribir un día, allá por 1906, en que debió levantarse de mal humor: “… que inventen ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones”. Insisto en que no llega con la voluntad y con la llegada de mayores cantidades de dinero, es preciso hacerlo bien. Hay que reproducir las condiciones en que se desarrollan experiencias de éxito y dejarse aconsejar por los que saben.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *