El país de Centroamérica con mejor respuesta a la epidemia de coronavirus es Costa Rica. Es el más avanzado de una zona muy deprimida y agarrotada por gobiernos populistas. También es el lugar del mundo con más porcentaje de territorio protegido como parque nacional. Tiene una naturaleza espectacular y bien conservada, entre el Caribe y el Pacífico. Merece la pena visitarlo.

Es el único Estado de su continente y de los pocos del mundo que no tiene ejército. Se suprimió en 1948, tras una guerra civil y una negativa tradición de resolver conflictos políticos recurriendo a los militares. La policía es la responsable de controlar las fronteras, además de combatir la delincuencia.

Me fascina su lema nacional: ¡pura vida! Lo dicen continuamente, es su forma de saludarse. Cuando hablo de la violencia en EEUU, siempre repito: a menos armas menos muertos. Los “ticos”, como les llaman sus vecinos, tienen pocas, al contrario que ellos. Quizá por eso disponen de recursos para sostener un robusto servicio de salud universal.

La vida es lo más importante, cuidan el medio ambiente, la educación y la salud. Una actitud que les ha ayudado a combatir el covid-19 de forma eficaz.. Reivindiquemos la ¡pura vida! como un reto y un ejemplo que nos envía un pequeño país de 5 millones de habitantes, desde una zona conflictiva y atrasada.

Agudo contraste de esta entrada con la anterior, la alharaca de una Rusia subida a las armas y al orgullo patriótico. Tenemos mucho que aprender de los pacíficos y discretos ticos.    

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