Cressida Dick, la comisaria jefa de la policía metropolitana de Londres y la primera mujer en ocupar ese cargo, ha tenido que dar la cara este fin de semana, disculpando la brutal disolución que sus subordinados masculinos aplicaron a una vigilia de protesta por el asesinato de Sarah Everard de 33 años. Un policía, denunciado antes por abusos sexuales, ha sido detenido acusado del crimen. La alta comisaria alega que las fuerzas antidisturbios fueron obligadas a intervenir porque no se cumplían los protocolos de distancia establecidos para controlar la pandemia por covid 19.

Si sigue en el puesto después de este grave suceso, Cressida deberá dedicar mucho tiempo a erradicar el maltrato a mujeres en la policía británica, un cuerpo en general muy respetado y que no suele ir armado. Una reciente investigación del diario The Independent encontró que el número de policías de Londres acusados de abusos sexuales ascendía a 562 en seis años. La gran mayoría no fueron sancionados e ignoro si uno de ellos fue el asesino de Sarah. Las londinenses tienen derecho a preguntarse si será capaz de protegerlas de los que las protegen.

El Reino en fase de desunión (Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia, quiere otro referéndum de independencia) ve como la venerada casa real de Isabel II se ve envuelta en un nuevo escándalo de la mano de su nuera Meghan Markle (su primera pariente no totalmente blanca) que acusa de racismo a The Family. Pensaban que iban a estar mejor fuera de Europa y han perdido el 40% de las exportaciones al continente, tienen un follón administrativo en aduanas, con demoras propias de país atrasado, y el lío de la frontera arrastra a Irlanda del Norte a tensiones escocesas. Su problema no es la UE, se cuecen en su propia salsa y ya no pueden echarnos la culpa a los demás si les repugna el sabor de lo que tragan.

En la línea de la doble discriminación por género y raza, aprovecho para congratularme de una noticia que aquí ha pasado desapercibida, incluso en la prensa económica: por primera vez, una mujer negra ocupa la máxima responsabilidad ejecutiva en una compañía del Fortune 500, lista que recoge las más importantes del mundo por volumen de ventas. Se trata de Rosalind Brewer, una química de profesión con amplia experiencia en puestos de alta dirección de compañías importantes, que ha sido nombrada para liderar la distribuidora farmacéutica Walgreens Boots. Como la entrada se centra en las islas británicas, su conexión con ellas es Boots, su principal cadena de farmacias, un establecimiento al que se acude mucho cuando hay ataques de nervios.

El Reino Desunido está sometido a fuertes tensiones, mayoritariamente generadas por hombres (Nigel Farage, Boris Johnson, los polícías…) en las que las británicas están teniendo papel destacado y eso que el techo de cristal aún resiste mucho allí. El país está en el puesto 30 del ranking de igualdad profesional, como se puede ver en el cuadro que reproduzco a continuación, Portugal ocupa es número 7 y España el 15. Está elaborado por The Economist, la publicación más influyente de las islas y que cada vez dedica más espacio a hablar de temas relacionados con la mujer en el mundo de la empresa. Seguro que algo tiene que ver su directora, Zanny Minton Beddoes, también la primera en ocupar el puesto desde la fundación de la revista en 1843.

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