Un país muy macho en el camino de hordas de migrantes que quieren llegar a los EEUU y que conviven con cárteles del narcotráfico. Cuenta además con un entramado de policías y políticos, locales y regionales, contaminados por los tratantes de personas y estupefacientes. Tampoco se libra el gobierno de la nación, más interesado en las prebendas del petróleo, donde la compañía pública PEMEX está muy presente.

Cuando se enredan tantos intereses oscuros, lo que más asusta a los poderosos es la luz, la luz de la palabra. México es un país democrático en el que aún hay libertad de expresión y periodistas que investigan.  Los corruptos y los cárteles se enfrentan a valientes informadores que cuentan a los ciudadanos lo que pasa. Han sido asesinados más de veinte periodistas entre enero del 19 y enero del 22. Este año llevamos ya cinco informadores muertos de forma violenta. Entorno al 90 % de estos crímenes quedan impunes.

El machismo degrada la situación de las mujeres en aquel país. Una circunstancia que refleja bien la gran novela “2666” del chileno Roberto Bolaños, que se desarrolla en torno a misteriosos asesinatos de mujeres en un remedo de la fronteriza Ciudad Juárez. Su lectura es muy recomendable para quien quiera entrar en el terrible mundo en que viven muchas.

Hace tres semanas cayó de un tiro Lourdes Maldonado, periodista enfrentada judicialmente a un ex gobernador. Era una persona comprometida, que no se callaba, que acababa de protagonizar la protesta por la muerte, días antes de la suya, del fotógrafo Margarito Martínez Esquivel. Tenía un llamativo coche rojo que ya había recibido un impacto de bala en una ventanilla, lo cubría sólo con un plástico para dejar visible la huella del mensaje recibido. Temía tanto por su vida que había solicitado la protección de un programa especial que el Estado creó para periodistas amenazados. También se la pidió al propio Presidente, López Obrador, durante una conferencia de prensa. Lourdes había dejado de informar sobre narcotráfico por miedo. No le sirvieron sus precauciones, la mataron en Tijuana, en esa frontera con California que atrae a todos los tráficos ilegales. Pronto se olvidarán de ella.

Pocos días después, fue asesinada en el centro del país la abogada y activista social Ana Luisa Garduño. Había estudiado derecho a raíz de la muerte violenta de su hija, que quería perseguir ante la permanente inoperancia de las autoridades. Se fue acercando así a familias de otras víctimas y crearon una comisión para investigar la labor de la policía y la judicatura. El de Garduño es el séptimo asesinato de un activista en el Estado de Morelos desde que en 2018 eligió como gobernador al popular ex futbolista Cauauhtémoc Blanco.

México mejorará automáticamente el día en que los EEUU dejen de imprimir los dólares que necesitan la corrupción y los tráficos ilegales. El país aún tiene el récord mundial de decomiso de papel moneda. En 2007, en una operación policial contra el tráfico de metanfetamina, se decomisaron allí 205 millones de dólares en billetes. Creo que los EEUU no se plantearán dejar de emitir billetes hasta que Europa lo haga, pero sería una medida mucho más eficaz para controlar los problemas en su límite con Méjico, que seguir aumentando la altura de los muros. No debemos olvidar que, desde el 2017, el billete de dólar más emitido, en número de unidades, es el de mayor valor, 100  dólares. Se sabe que el 80% de estos billetes está fuera de los EEUU, lo que debería sonrojar a sus gobernantes que dan a los malhechores la única arma que para ellos es imprescindible. Les es igual, lo consideran incluso un negocio, no se sienten coautores de tanta muerte.

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