Después de decenios de trabajo y 10.000 millones, Ourense ha quedado conectada con la capital del Estado por tren de alta velocidad. Supone también la integración en la red del eje atlántico que enlaza con Ourense desde Santiago. Ese eje de velocidad alta es el importante, el que mueve diariamente muchos miles de viajeros y ayuda a trabajar con más eficacia a una línea de ciudades próximas y complementarias. Se trata del tendido ferroviario de nueva generación más rentable de España, quizá porque, por ahora, es el único paralelo a la costa.

La conexión del interior de Galicia con Madrid no merecía, ni de lejos, el esfuerzo económico realizado porque en medio no hay casi nada. A partir de 2022, la línea contará con los Talgo de la serie 106, que acortarán algo más el tiempo de un recorrido que realiza un cambio de ancho de vía desde Ourense. A pesar de las mejoras previstas, las grandes áreas metropolitanas de la comunidad quedarán a una apreciable distancia temporal de Madrid: Coruña a 3 horas y media y Vigo a 3 horas y 55´. Son los principales motores de desarrollo y crecimiento de Galicia y seguirá siendo más práctico viajar en avión por razones de trabajo. Situación que quizá ayude a matizar el protagonismo de Lavacolla en nuestro sistema de transporte aéreo.

Pocos datos como esos tiempos de viaje ilustran mejor el exceso de visión radial y el escaso análisis racional de los Gobiernos centrales, que sesgan las prioridades de inversión y conducen al derroche. Tras la entrada en servicio de esos convoyes de Talgo, conocidos como Avril, se podrá alcanzar Ourense desde Madrid, 407 km en línea recta, en poco menos de dos horas, el mismo tiempo que llevará ir desde allí a Vigo, que está a 71 km. No hay sentidiño.

La nueva lanzadera ferroviaria ayudará a que Ourense y la zona suroriental de Galicia tengan mayor capacidad para captar visitantes provenientes de la principal ciudad española. La comarca de Monterrei tiene muchas posibilidades en enoturismo, turismo termal y montañismo. Un efecto que también ayudará a la zona vecina portuguesa, capital Chaves, ciudad histórica interesante con buena estructura hotelera e incluso campo de golf. Son atractivos próximos y complementarios que facilitarán la llegada de turistas.

También es de celebrar que Galicia mejore las posibilidades de viajar a Madrid de forma eficiente. Lo agradecerán muchos gallegos que lo hacen habitualmente por razones familiares, para realizar gestiones o acceder a los grandes atractivos culturales de la capital. De todas formas, para ese viaje no hacían falta esas caras alforjas de las que presumieron, en un viaje inaugural, las más altas autoridades del Estado.

Una vez terminada la magna obra del AVE de Madrid a Ourense, deberíamos preocupamos de cosas importantes y de menor coste. La fundamental es el tramo de velocidad alta de Vigo a Oporto que, gracias a que alguien en Lisboa piensa con lógica de transporte ferroviario, está ya dentro de las prioridades y tendrá fondos europeos. La modernización de esa línea impulsará las economías gallega y portuguesa, que giran sobre un dinámico eje de ciudades y puertos en torno al que viven y trabajan 12 millones de personas.

Hay más deberes que se han retrasado en exceso por la borrachera de AVE radial que obnubila a los gobiernos desde hace 30 años. Deben mejorarse la conexión de Ferrol con el eje atlántico, el estado de la línea de vía estrecha que, desde allí, conecta toda la Costa Cantábrica y, sobre todo, impulsar en España el transporte de mercancías, que está olvidado. Es la principal misión del ferrocarril sobre distancias de más de 300-400 km, salvo cuando hay ejes de ciudades. Tenemos demasiados camiones contaminando y ocupando carreteras.     

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5 comentarios

  1. Pues si es triste tener tanta alta velocidad y tener olvidado las conexiones que facilitarían el transporte y la exportación.
    Recuerdo hace años que los Valencianos estaban entusiasmados con su nuevo AVE pero al cabo de un año se dieron cuenta que las pernoctaciones de trabajo les habían caído de forma alarmante mientras el turismo se mantenía porque quien viene para varios días no le importa el tiempo del viaje. Fue un chasco importante para los hoteles.

  2. Independientemente de lo acertado, o no, de la implementación de esta infraestructura (AVE) frente a otras alternativas, lo que no entro a valorar, el «chasco» aquí, en Galicia, como en Extremadura, etc., no fue otro que el agravio comparativo que supuso, y aún supone, el retraso en su llegada.

  3. Los 10000 millones incluyen el orense santiago y todo lo invertido en vigo-coruña. O sea que no es la conexión a Orense. En cuanto a temas que faltan yo añadiría el tren de cercanías para el área metropolitana de Coruña y Vigo. Lo de Ferrol es una vergüenza.

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