Nunca tuvo sentido que el Instituto Español de Oceanografía (IEO) tuviera sus sedes en Madrid, la zona de la península más alejada del mar. Es normal que se piense en mandarlas a la costa, como ya tenía previsto el anterior Ministro de Ciencia y Tecnología, Pedro Duque. El problema surge por la falta de práctica en descentralizar, parece que todas las zonas costeras son iguales y tienen derecho a recibir algo, como si se tratara de un servicio sanitario. Confunden descentralizar con repartir, al revés que cuando están en el ejercicio contrario, el de centralizar, en el que tienen mucha más experiencia y procuran evitar repartos.

Deberían limitarse a aplicar la lógica de ubicación de centros de investigación y de desarrollo de tecnologías conectadas a ellos. Son fundamentales las economías de escala. Donde hay más actividad relacionada con lo que se investiga es donde hay que situar los medios. La sinergia genera dinámicas muy positivas, Silicon Valley es un gran ejemplo. Si lo que se quiere es reforzar la actividad del IEO y participar en la creación y refuerzo de competidores mundiales no puede haber dudas: todas sus sedes centrales tienen que estar en Galicia. Aunque, por supuesto, haya centros especializados donde sean precisos.

Eso es lo que apuntaba el equipo de Pedro Duque con conocimientos en colaboración internacional. La actual ministra, una política profesional sin esa experiencia, aborda una oportunidad histórica con ánimo de desaprovecharla. De entrada, se da un paseo por Santander y dice que les va a enviar el área de pesquerías del Instituto. Quizá sea para asegurar el voto del diputado del Partido Regional de Cantabria en el Congreso en tiempos de mayorías muy ajustadas o porque allí tiene conexiones la dirección de esa área.

Un sinsentido. Galicia tiene el 43% de la capacidad de pesca de España, Cantabria el 2%. La flota pesquera gallega opera en todos los océanos, tiene una dimensión que la sitúa cerca de la cabeza entre los Estados de la UE, cuando cuenta sólo con 2,7 millones de habitantes. En Bruselas lo saben, por eso la Agencia Europea de Control de Pesca está en Vigo.

Luego, la señora Morant indica que la sede de Acuicultura se irá a San Pedro del Pinatar, donde se investiga sobre la producción de atún rojo. La acuicultura en Galicia, ocupa a unas 6.000 personas, con clara mayoría de mujeres, contra 300 en Murcia. Aquí se concentran además las cinco mayores conserveras españolas, auténticas multinacionales con sus propios equipos de investigación. La principal actividad de la acuicultura en España es la cría de mejillón. Galicia es la segunda potencia mundial en la producción de ese bivalvo, sólo superada por China que tiene unos cuantos habitantes más.

La ministra del ramo no investiga, se limita a decir lo primero que le parece o lo que le susurran subordinados con ideas propias. Cuando recibe críticas, recurre a un viejo truco de los políticos: abrir la bolsa de caramelos y prometer una inversión de 766.000 euros para ampliar el centro de investigación del IEO en Vigo. Así los niños se quedan contentos y a otra cosa.

En el caso de la investigación, descentralizar no es repartir. Es recentralizar donde radica la capacidad de competencia internacional del país, para reforzarla. Si lo hacen bien, Galicia será el Silicon Valley de la pesca y la acuicultura porque ya cuenta con mucha experiencia, trabaja y vende sus productos en los cinco continentes. Me aterra usted cuando le oigo decir eso de “Querer a España significa querer a toda España y favorecer las oportunidades en todo el territorio”. En el caso del IEO es una aberración, intente pensar un poco, analice lo que tenemos, mire lo que se hace en otros lugares y sectores, y actúe en consecuencia.

Habla de un tema en que España cuenta con una pequeña potencia mundial que debe potenciar. Hay mucho que investigar sobre pesca y acuicultura en un planeta muy poblado, que necesita alimento, donde los océanos se calientan y algunas especies se agotan. En esta esquina de la península hay amplia experiencia práctica, privada y pública, de investigar sobre ello y de colaborar con otros países. Aprovéchela por el bien de España, nos gusta mucho el pescado y el marisco.

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