El papel está en decadencia por la llegada de sistemas de comunicación en red, cosa que nos preocupa a algunos veteranos que estamos acostumbrados y nos gusta leer periódicos y revistas en el formato tradicional. Sin embargo, el papel moneda mantiene una demanda sólida. En 2020, a pesar de que se desplomaron las retiradas de efectivo de bancos y cajeros porque la gente casi dejó de usarlo, el valor total de los billetes en circulación, según registra el balance del BCE, aumentó en un 11%, concentrado en los de 50, 100 y 200 euros. El dibujo de El Roto ilustra el contexto de esa contradicción.

El viernes, los periódicos recogían dos noticias que sirven para meter la uña en las entrañas de nuestra sociedad. La primera es una operación policial, denominada Tanta-Culto, de desmantelamiento de una red de tráfico de cocaína que se abastecía en Galicia y distribuía en varias zonas de España. En la operación fueron revisados varios domicilios, donde la policía incautó 107 kilos de coca y pequeñas cantidades de otras sustancias. En este caso, la información incluye una referencia al efectivo recogido: 403.000 euros. Este elemento, que está presente porque es absolutamente necesario para el mundo criminal, no siempre se refleja en las notas de prensa porque no debe considerarse noticia.

El mismo periódico no reflejaba ese día el efectivo retirado durante otra operación en la provincia de Huelva, que se saldó con la incautación de tres toneladas de hachís. Tampoco daban ese dato las informaciones de ayer sobre los resultados de una gran redada, realizada por las policías de 35 países, incluida la Guardia Civil. En total se recogieron 115 toneladas de cocaína, 95 de marihuana y 36 de hachís, con 539 detenidos y la intervención de 73 embarcaciones y 780 laboratorios. Pero ni una palabra de los millones de euros que tenían en efectivo.

El hombre que estaba al frente de los distribuidores de la Tanta-Culto era un ibicenco con actividad hostelera y fama de cocinar bien cachopo. Vivía en el Barrio de Salamanca, el mejor de Madrid, y llevaba una vida ostentosa conduciendo deportivos y luciendo relojes muy caros. Es otra característica de los que disponen de grandes cantidades de efectivo, gastan mucho porque es una forma de disfrutarlo y reduce la necesidad de blanqueo, proceso que siempre tiene algún riesgo y necesita de especialistas que cobran buenas comisiones.

La otra noticia que me interesó ese día es de pocas líneas, recogía una explosión escuchada en una población rural de menos de 600 habitantes, situada en la provincia de Lugo. Estaba causada por la voladura de un cajero automático de la Caja Rural y su objeto era robar los cerca de 20.000 euros que había dentro. Una de los temas que analizo en el libro cuya portada reproduzco al final, es que, si no hubiera efectivo, desaparecerían prácticamente, además de otras cosas nocivas como el terrorismo y los tráficos de drogas y personas, los delitos contra la propiedad (robos, hurtos, estafas) y otros, como los secuestros, cuyo fin último es conseguir efectivo o algo que se pueda vender a cambio de él.

En este caso quiero destacar algo que no se ha señalado suficientemente: sigue habiendo cajas rurales que dan servicio en algunos sitios de donde huyen los bancos. Su supervivencia, al contrario de lo ocurrido con las grandes cajas de ahorros, obedece a una razón muy simple: son cooperativas, tienen dueños. La locura de lo ocurrido con la mayor parte de las otras cajas radica en que no tenían propietarios, no eran de nadie, eran de directivos y políticos que no perdían nada. Una incompresible locura normativa que duró y costó demasiado.

                                               ………………  

En las próximas semanas, si la pandemia lo permite, empezaré a hacer presentaciones, siempre con debate, sobre la energía oscura del dinero. Uno de los asuntos de los que en España hablamos demasiado poco y en el que llegan tiempos de cambio. Si se abordan bien, pueden ayudar a mejorar mucho la sociedad actual. Les mantendré informados.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *