Es lo que le faltaba a la estabilidad de la Constitución, que ya cuenta con suficientes razones para pedir una reforma. Abascal en su mitin del sábado, modelo totalitario, insistió en erigirse en el principal defensor de la actual forma de Estado. Lo hace cada vez que tiene ocasión. Se inventa ataques a la monarquía y sale en su apoyo sólo para arañar unos votos al PP entre la derecha más carca. Hay defensores que es mejor no tenerlos. Había una especie de consenso entre los partidos políticos de no entrar en debates de este tipo, porque ya tenemos bastantes enfrentamientos en temas de base.

Sólo por motivos electoralistas y nostalgia de Francisco Franco, restaurador del rey, nuestro fascismo monárquico ha abierto la caja de Pandora de una posible República. Gracias a Vox, un partido que, al parecer, cuenta entre sus simpatizantes con algún sobrino del rey, aumentan las esperanzas de la corriente republicana de fondo que hay en España.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *