En su discurso del día 21 en la Duma, Vladimir Putin volvió a difundir sus fantasías paranoicas. Al final recibió una ovación que recordaba las de las Cortes franquistas. Según él, no ha habido invasión de Ucrania, se vio obligado a defender a Rusia y adelantarse a un inminente ataque sobre Crimea, que estaría auspiciado por la OTAN, agente de una sistemática confabulación contra su país dirigida por los EEUU. Lo repitió el día siguiente en un acto de masas.

Pobre Rusia, no por culpa de la agresividad de sus vecinos a los que el sátrapa gusta invadir cuando tiene un ataque de añoranza de la sanguinaria dictadura de Stalin, al que ahora reivindica. Pobre Rusia porque la dirige un fascista rodeado de aduladores corruptos, que malgasta en armamento los ingresos por venta de materias primas. Lo peor es que también derrocha decenas de miles de vidas jóvenes de un país muy envejecido. Le sostiene el nacionalismo de un pueblo dispuesto a “comer patria” en vez de comida, si lo exige la mayor gloria de la madre Rusia.

Putin es el mayor peligro actual para los habitantes de la Tierra:

  • Odia las libertades y especialmente la de expresión que combate con saña. Ha cambiado la constitución para poder ser reelegido indefinidamente y basa su legitimidad en un patriotismo que dice representar a los rusos y su cultura. Incluida la religión, nacional por supuesto. Combate a países que llama degenerados, porque se afirman demócratas mientras legitiman la homosexualidad y, con ello, la pederastia. Los popes aplaudieron en directo su alegato institucional.
  • Representa el mayor y más reciente imperio terrestre, la URSS, auto derrotada por implosión interna a causa de su enorme ineficacia. Le parece que debe recuperar todos los espacios vecinos que conservan sus huellas.
  • Tiene armas nucleares y amenaza con utilizarlas si se ve atacado, cosa que, según su punto de vista, se justificaría si se intentan recuperar partes de Ucrania que considera rusas. También ha suspendido el Salt II, el tratado de no proliferación nuclear con EEUU. Un gesto sobre todo simbólico pues ya cuenta con bombas de sobra para eliminar la vida del planeta si se lo propone y le dejan.

Tal como están las cosas es difícil saber cuál es la mejor salida del conflicto. Creo que hay que ayudar a Ucrania hasta que consiga la victoria o al menos una situación que a Rusia le sepa a derrota y facilite la salida de Putin del poder. Les haríamos un favor a los rusos, después habrá que ayudarles a recuperarse, no cometer el error de los aliados con el Tratado de Versalles de 1918 que, tras finalizar la 1ª Guerra Mundial, se ensañaron con la derrotada Alemania y alfombraron la llegada de los nazis.

La invasión atenta contra el derecho internacional, representa el enfrentamiento entre la democracia, lo que es Ucrania a pesar de sus limitaciones, y una dictadura fascista en busca de la Gran Rusia. Lo mismo que Hitler con la Gran Alemania al invadir Austria (3/38). El premier Chamberlain apostó por apaciguarlo reconociéndole, entre otras cosas, derechos sobre los Sudetes checos (Acuerdos de Múnich 9/38). No fue suficiente, sabemos lo que pasó después.

La guerra actual está desequilibrada en el plano militar. Aunque los rusos pueden bombardear toda Ucrania, ésta no puede responder con ataques a infraestructuras interiores de Rusia, que lo tomaría como una agresión de la OTAN, de los EEUU, casus belli para una respuesta nuclear. Tal como está la situación en el frente, existe la posibilidad de que el conflicto se prolongue mucho y que el desgaste económico y las bajas vayan desgastando a Rusia y debilitando el liderazgo de Putin hasta abrir paso a una paz justa.  Pero eso lleva tiempo y más desgracias, y alarga una angustiosa incertidumbre sobre Europa

Proseguirán los esfuerzos diplomáticos entre bastidores y cabe la posibilidad de que se acuerde un armisticio con alguna pequeña cesión territorial a Rusia, además de Crimea que anexionó en 2014. Una solución a lo Chamberlain que promueven, bajo máscara pacifista, Brasil o los restos de comunismo de las democracias europeas. En esa línea va la propuesta de alto el fuego de China, de la que hablaré en próxima entrada. El PC portugués rechaza la condecoración que el Presidente de su país concedió a Zelenski, aquí Podemos, ER, Bildu y BNG critican el envío de armas a Ucrania. Si se apuesta por esta solución, Putin volverá a intentar ocupar algún país o región por la fuerza o mediante acuerdos con dictadores amigos. Hasta ahora, ningún imperio terrestre europeo ha frenado su expansionismo si no ha sido derrotado. Aunque este tiene armas nucleares y eso complica el escenario.

Europa debería salir reforzada de esta grave crisis, como hizo tras la 2ª Guerra Mundial, cuando empezó a levantar lo que hoy es la UE. Ahora necesita dar un paso más y desarrollar su propio sistema de defensa, al margen de la OTAN. Lo he escrito aquí en otras ocasiones, la guerra fría terminó y esa organización es vista desde Rusia como algo construido contra ella, en eso Putin tiene algo de razón. Una organización militar propia facilitaría una Europa menos sometida a los EEUU y mejor aceptada en Rusia. Le hace falta para tener más influencia en política internacional.   

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6 comentarios

    1. Es un asunto complicado al que dedico la entrada más larga que he hecho para este blog, cualquier análisis sería insuficiente. La limitación también viene de centrarme en los temas de mi ensayo sobre la libertad en el que ya se denunciaba, hace 7 años (primera versión en gallego), de la peligrosa deriva de Putin devolviendo a su país «a su pasado más oscuro»

  1. «Tal como están las cosas es difícil saber cuál es la mejor salida del conflicto». Ésa es la mayor y más triste verdad de cuanto, con razón, se dice en la entrada que comento. Mientras no esté claro el a donde, por donde, cuando y como, mal lo tenemos. Y no está. Cabría la esperanza de que Putin fuese combatido y vencido desde dentro, pero todo hace pensar que, aunque improbable por el momento, caso de ser así, lo sería confirmando la ley de Murphy, es decir, que se imponga el ala, si cabe, más dura del nacionalismo soviético.
    Por ello, no pasa de deseable la posibilidad de que Europa salga fortalecida de tan grave situación como es la que vivimos. Parece prematuro, aunque «bonito», pensar en que «Ni Munich ahora ni Versalles después». Se entiende y valora la propuesta, pero no es hora de distraerse pensando en que hacer con el oso antes de cazarlo.
    Si se pudiese hacer entender a China que es más favorable a sus intereses de todo tipo contener los de Rusia, tal vez se abriría un camino a la solución de un gravísimo problema que amenaza con que no haya vencedores no vencidos. Sería magnífico que esto último pudiese conseguirse sin que sea el amargo fruto de un nuevo y potencialmente definitivo holocausto. Todos saldríamos ganando.

    1. La mejor sería que durara poco y Putin se sintiera derrotado. Hay que tener cuidado con distracciones de falsos pacifistas, de ahí lo de Munich. En cuanto a China no tengo muchas esperanzas, de eso va la siguiente entrada, porque ejerce de líder de los totalitarios del mundo y, aunque le perturben su esquema las machadas de Putin, no va a dejar de buscarle una salida que pueda «vender» como una victoria. De eso irá la próxima entrada.

      1. ¿Quien podría estar en desacuerdo con lo primero que dices en la última respuesta?. Solo podría ser mejorado con el deseo de que la guerra no hubiese comenzado y Putin fuese un buen chico…
        Yo insisto en la posibilidad de que China puede ser determinante en elapacigűamiento del conflicto y no por amor (a la paz) si no por entender que a medio plazo puede ser lo más conveniente para sus intereses en general, pero, claro, habrá que esperar y ver.

        1. El «pacifista» Xi Jinping recibe estos días a Aleksandr Lukashenko, presidente totalitario de Bielorrusia y gran apoyo de Putin al que facilitó la invasión de Ucrania. No tengo muchas esperanzas en soluciones que no ayuden a terminar con el líder ruso. La entrada de hoy explica lo que busca China. Aunque estoy de acuerdo en que probablemente estaría encantada de que se pudiera pasar página, me temo que sus soluciones siempre intentarán proteger los intereses de Moscú. Pero no es malo que se abran procesos de negociación, la guerra es demasiado cruel.

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