Tanta gente, tantos días, tantas declaraciones y, al final, parece que habrá poco resultado. El calentamiento global no da margen de espera. Los políticos abrieron el COP25 pidiendo acción, acción es lo que esperamos: acuerdos serios de reducción de emisiones de CO2 y recursos para ayudar a los más pobres. Ante la inacción de los grandes Estados, que no quieren compromisos porque siempre buscan hacer lo que les da la gana, Europa debe liderar el proceso y demostrar que es un ejemplo de organización supranacional de las que cada día necesitaremos más.

Hoy no encenderemos las luces de Navidad.

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