Hoy se reúne la Cámara de los Comunes en Londres para decidir si acepta el acuerdo logrado por el Gobierno de Boris Johnson con la UE para una salida pactada del Reino Unido. Es la primera vez, desde que Argentina invadió las Malvinas (1982), que el Parlamento trabaja durante el sacrosanto weekend.

Pero ya sabemos algo: habrá Brexit casi con seguridad en menos de dos semanas porque la UE afirma que no está dispuesta a una nueva prórroga. Eso mete presión a muchos parlamentarios británicos para que voten a favor del acuerdo alcanzado, aunque sigue habiendo muchas divisiones entre los grupos. La alternativa es una salida a la brava.

El partido unionista del Ulster, tradicional aliado de los conservadores, ya ha dicho que votará en contra. Los protestantes de Irlanda del Norte no soportan la idea de que, según el compromiso alcanzado, las aduanas sean para ir a Gran Bretaña y no para viajar a la República de Irlanda. Es comprensible. Ellos que han aguantado de todo, incluido el devastador terrorismo del IRA, no entienden que se establezcan controles fronterizos para ir a lo que consideran su patria y no para pasar al católico Eire, del que gustan mantenerse testarudamente separados.

Dentro del lío en que se ha metido el Reino Unido, este caso y el de Escocia, cuyo Scottish National Party ya está planteando un nuevo referéndum de independencia para el próximo año, me interesan especialmente porque ilustran sobre los problemas que las políticas de vuelta atrás de nacionalistas como Boris Johnson provocan en Estados largamente establecidos, que piensan que en este mundo abierto e interconectado lo que hay que hacer es reforzar las fronteras nacionales.

La noticia es triste. Si nada lo remedia, el Reino Unido dejará de estar en la Europa común en unos días. Un país muy importante da un paso atrás y  nos debilita a todos.

En Inglaterra ganan los que quieren volver a levantar barreras. Pero se arriesgan a sufrir una sobredosis de fronteras y terminar solos, con los ingleses como únicos ocupantes del Reino Desunido.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *