Lo acaban de comprobar en Graz (Austria). El día 10 de este mes, un ex alumno entró en su antiguo instituto y la emprendió a tiros. En 7 minutos, mató a 9 alumnos y a una profesora, después se suicidó en un baño. Disparó dos armas adquiridas legalmente, una pistola y una escopeta de cartuchos.
Austria es un país liberal en la venta de armas de fuego, salvo las de guerra. Las demás puede adquirirlas cualquiera a partir de los 21 años (la edad del autor de la matanza), sólo hay que pasar un examen psicológico. La prueba debe ser una coladera, el culpable de la tragedia había sido rechazado antes por el ejército al detectarle inestabilidad psíquica. Probablemente, el lobby armamentístico influye en todas estas facilidades para ir armado. Ahí estarían las armerías, los cazadores y alguna empresa nacional como la que fabricó la pistola empleada en Graz.
En mi ensayo toco el tema, referido a los EEUU, como ejemplo de malas prácticas apoyadas en estructuras de poder económico. Allí la liberalidad armamentística se apoya en ideas patrióticas, promovidas especialmente por la influyente Asociación Nacional del Rifle (en la foto su ex presidente Charlton Heston ejerciendo de patriota), que recibe aportaciones de fabricantes y con ellas respalda políticos afines. El país sufre matanzas y tiroteos diversos, incluidos los de la policía, que dispara ante el mínimo problema.
Acabamos de comprobarlo, una vez más, con el asesinato en Minnesota de la congresista demócrata estatal Melissa Hortman y su esposo. El asesino también hirió a un senador del mismo perfil y a su mujer. Tenía en su poder una lista con 70 objetivos potenciales y combatía el aborto, la homosexualidad, el islamismo…, ferviente seguidor de Trump, por supuesto. Los muertos por arma de fuego en los EEUU superan los 30.000 cada año. No hay quien lo pare, incluso hemos sabido que el adolescente que el pasado día 7 tiroteó a Miguel Uribe, precandidato presidencial en Colombia, empleó un arma comprada en el gran vecino del norte.
La parte de la población radical fascista o con problemas de estabilidad mental es parecida en todas partes, si hay facilidad para armarse matará más. Espero que Austria y otros países tomen nota de lo ocurrido en Graz y combatan la venta de rifles y pistolas. No me gustan las armas de fuego, un juguete muy peligroso. Yo limitaría su tenencia a las fuerzas armadas y a la policía en ejercicio de sus funciones. Debería prohibirse su venta e, incluso, considerase delito la posesión. En zonas acotadas donde se autorice la caza, se habilitarían locales para alquilarlas temporalmente. También hay que combatir la venta ilegal que tenderá a crecer si se cierra la puerta a la legal. Para ello sería positivo iniciar un proceso que conduzca a la eliminación del papel moneda (entrada anterior).
Los locos que les da por asesinar siempre encontrarán cómo hacerlo, conduciendo un coche entre una multitud o fabricando bombas caseras. Pero estamos obligados a ponérselo difícil, mueren demasiadas personas innecesariamente.