El joven Presidente de El Salvador, Nayib Bukele, intenta distraer la atención de su gente y tomar protagonismo internacional, mientras limita las libertades, socavando la independencia judicial, e intenta perpetuarse en el poder como Daniel Ortega en Nicaragua. La zona no es buen lugar para los estados de derecho, salvo en el caso de Costa Rica, el país más desarrollado y democrático de Centroamérica, desde que decidió suprimir sus fuerzas armadas en la Constitución de 1948. 

La última ocurrencia del gobierno salvadoreño es convertir el bitcoin en moneda oficial, el primer país del mundo que lo hace. Saben mucho de divisas, es un auténtico laboratorio monetario. Allí sigue siendo oficial el colón, moneda nacional desde 1934, que ya no circula, después de que, hace 20 años, se admitiera también el dólar en curso legal a un tipo de cambio fijo, que no se ha alterado desde entonces y nadie se cree.

En la práctica, los salvadoreños utilizan sólo dólares. Ahora también abren las puertas al bitcoin que será admitido en los pagos al Estado y se pretende imponer en el uso comercial, a pesar de que, según las encuestas, tres cuartas partes de los ciudadanos lo rechazan y la mayoría de los establecimientos no están preparados.

Desde hoy, El Salvador es el único país del mundo con tres monedas de curso legal, el colón, el dólar y el bitcoin, y que admite una que no está respaldada por ningún Estado. Toda esta creatividad deriva, en el fondo, de que no son capaces, como otros estados latinoamericanos, de tener una divisa mínimamente estable y de que el orgullo nacional lleva a que los políticos intenten buscar alternativas al dólar estadounidense, el único en que su gente confía de verdad, mal que les pese.

Observare con curiosidad el nuevo experimento de un gobierno que vende imagen de liderar a nivel mundial nuevas alternativas, para separar el foco mediático de maniobras menos confesables. En cualquier caso, si algún lugar está preparado para lidiar con una divisa artificial de valor volátil y, por tanto, complicada para fijar precios de consumo, la América hispana es una buena elección. Sus habitantes tienen larga experiencia en usar tipos de cambio flexibles, en hacer rápidos cálculos mentales en dos monedas que cada día tienen una relación de valor diferente, en acudir a casas de cambio más o menos oficiales a obtener dólares…

Lo que ya ha conseguido el Presidente Bukele es llamar mucho la atención, la cofradía de entusiastas de la cibermoneda ha declarado el 7 de setiembre como B-day (birthday), el día del nacimiento legal del bitcoin.

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