El 7/10/23, Hamás atacó Israel en la Operación Tormenta Al-Aqsa por el nombre de la mezquita de Jerusalén, que para los sunitas es la tercera más sagrada. El templo fue desalojado por el ejército israelí en abril de aquel año, lo que motivó el ataque con cohetes y fuerzas armadas, realizado desde la Franja de Gaza, que desbordó las defensas de Israel durante tres días y mató a 373 militares y 766 civiles, 36 de ellos menores. También secuestraron a 251 judíos y los trasladaron a la Franja.
El gobierno ultra nacionalista de Tel-Aviv no podía entender el fallo de seguridad que facilitó la masacre. Su rechazo a los musulmanes, a los que lleva décadas expulsando de Cisjordania, mediante colonias de judíos ultraortodoxos ayudadas por el ejército, se vio reforzado por un profundo sentimiento de culpa, presumían de tener los mejores sistemas de seguridad del mundo, que exportan a países avanzados. Había que reparar, con creces, el daño hecho. Pero también convirtieron el problema en una oportunidad para conseguir un objetivo que no se atrevían a abordar: ocupar la Franja de Gaza y expulsar a los palestinos de su tierra, aunque la mayoría de ellos no apoye a Hamás.
Llevan desde entonces atacando Gaza y provocando, con combates y bombardeos, muchos miles de muertos, entre ellos centenares de menores, y la destrucción de hospitales, escuelas y centros de asistencia creados por ONGs internacionales. Para desgastar la capacidad de resistencia de los gazatíes, restringen la entrada en la Franja de alimentos y ayuda humanitaria y gente muere por desnutrición y falta de medicamentos y atención sanitaria. Para muchos, el gobierno israelí es genocida. De ahí viene la polémica sobre la participación de Israel en el reciente festival de Eurovisión y la posible manipulación (redes sociales manejadas con IT) del voto popular para que su canción, interpretada por una superviviente del ataque de Hamás, escalara hasta al segundo puesto.
La política anexionista del gobierno de Netanyahu también ha ocupado parte de los Altos de Golán. aprovechando el lío que hay en Siria. Lo que está pasando descalifica a Israel. Cuando combates a los terroristas con sus armas, saltando la legalidad vigente en las naciones democráticas, te conviertes en uno de ellos. Los nacionalistas expansionistas de la índole de Netanyahu o Vladimir Putin, son fascistas. Para ellos vale todo si se trata de extender la madre patria a nuevos territorios, otorgados por dios, la historia, la “seguridad Nacional” o lo que sea. Cuentan además con el apoyo del presidente de la primera democracia del planeta, al que el estado de derecho le parece parte de una política de imagen, que se puede saltar siempre que interese al expansionismo nacional o a los negocios de familia y amigos.
Cuando un gobierno se salta las reglas de la convivencia internacional, incluidas las que protegen los derechos humanos básicos, para satisfacer objetivos muchas veces inconfesables, se convierte en tan terrorista como los que dice combatir. El caos, la destrucción, las masacres, la muerte de inocentes es lo que practican los peores delincuentes políticos.
Una de las cosas que procuro hacer y en la que eduqué a mis hijos es la de pararse a reflexionar antes de responder a una provocación, no hacerlo en caliente. No es fácil, los malos son muy eficaces provocando, pero hay que tener cuidado de que los que te atacan o se meten contigo no te arrastren a sus miserias y te conviertan en uno de ellos. Netanyahu está contento de tener una justificación para liberar sus peores instintos. Combate y mata al margen de cualquier norma. La transformación de Israel en un Estado que sigue esas políticas es la mayor victoria de Hamás, porque desgasta el prestigio de su enemigo. La Unión Europea y el Reino Unido, donde los judíos cuentan con muchos amigos, acaban de aprobar sanciones contra el gobierno de su país. A pesar del ascenso de populismos radicales, este continente sigue siendo el mejor refugio de la democracia y el respeto a los derechos humanos.
La imagen está tomada del ejemplar de The Economist que salió después de meter esta entrada y conecta directamente con ella.