Al proyecto de “estado virtual” que intenta poner en marcha el sultán Zuckerberg le viene bien contar con moneda propia para desafiar mejor a los estados reales. Es una persona poco fiable, que acaba de recibir una multa sin precedentes de la Comisión Federal de Comercio de su país (5 mil millones de $) por sus cambalaches con Cambridge Analytica para manipular resultados electorales en diversos lugares.
Hoy y mañana va a tener duras audiencias en el Congreso y en el Senado sobre esa moneda, Libra, que parece que nace con plomo en las alas. Y aún tendrá que enfrentarse a los reguladores financieros, para lo que no le ayuda contar con malos antecedentes.
Aquí ya habíamos advertido del peligro que esta iniciativa representaba para la democracia y la estabilidad económica, reproduciendo mi artículo sobre este tema publicado en 5 Días el 22 de junio.