El comprensible afán de no amargarnos demasiado, nos lleva a no repasar datos que comparan los resultados de nuestra lucha contra la pandemia con los de otros países. Últimamente los medios resaltan la mala gestión del gobierno brasileño, dirigido por un iluminado y apoyado en los militares como recordábamos en la entrada anterior. Aquí no estamos mucho mejor. Brasil lleva una enorme cifra de muertos desde el comienzo de la epidemia, 341. 000 para una población de 212 millones. El cociente entre ambas nos da una ratio de 1,61 muertos por cada mil habitantes. El mismo parámetro para España (76.000 fallecimientos por covid en una población de 47,3 millones) es también 1,61. Una casualidad curiosa.

Es seguro que los datos oficiales, son los de anteayer, ocultan parte de la realidad. El sistema de monitorización del Instituto Carlos III, da una cifra de fallecidos en 2020, a causa del covid 19, que duplica la del Ministerio de Sanidad. Se puede suponer que lo mismo pasa en Brasil o quizá peor, pero los datos que emplea la Organización Mundial de la Salud nos colocan en la misma exacta tasa de mortalidad. Aunque, en el caso brasileño, el resultado indique peor gestión, pues su pirámide de población tiene mucho menor porcentaje de personas de más de 70 años, que son las que registran más fallecimientos.

Si seguimos con la misma ratio de decesos por mil habitantes tenemos que Madrid, la tercera comunidad autónoma en población en España (6, 75 millones de personas, 14.662 muertos de covid), registra 2,17, una cantidad más comparable con la de Brasil corregido el efecto de la edad. El cálculo en Andalucía, la región más poblada y con similar porcentaje de mayores de 70 años, arroja una cifra de 1,09, prácticamente la mitad. Cataluña, la segunda en población, está más próxima a la media de España con 1,77.

Andalucía y Madrid son dirigidas por gobiernos liderados por el PP. Dentro de un marco general común, la gestión sanitaria y de la pandemia está en manos de las autonomías. Tomando otro dato de un ejecutivo periférico del PP, la referencia empleada es mucho más baja en Galicia (0,87 fallecidos por mil habitantes). El trabajo del gobierno gallego es más eficiente en evitar muertes, a pesar de que aquí el porcentaje de personas mayores de 70 sobre el total (19,37) es claramente superior a Madrid (13,26).

Sabemos que en España hay dos PPs, el normal y el madrileño, facción en crecimiento que tiende confundir Madrid con el total del país y cuya prepotencia les ha ido marginando en Cataluña y Euskadi (entrada 8/2). Políticas sanitarias tan divergentes en un partido importante lo hacen menos “nacional”, soportan en su interior demasiadas excepciones cuando, cara afuera, venden unidad e, incluso, uniformidad cultural. Les está entrando el virus de la diversidad, que, si son capaces de adaptarse a él, les vendrá bien para entender mejor el país que quieren gobernar.

He comentado en otras ocasiones que tuvimos la mala suerte de que el principal impacto inicial de la epidemia se produjera en la ciudad más importante y mejor comunicada. Nos cayó además en mal momento, cuando gobierna allí una populista, línea Bolsonaro, con guiños al negacionismo y protección a la Cofradía de Santa Birra. Su estilo político incluye otras características comunes con el líder brasileño, como la afición a las gracias, echar la culpa a otros (siempre pueden tener alguna) de lo que no encaja con su imagen o generar continuamente noticias para distraer a la masa.

El Gobierno español se ha equivocado en muchas cosas durante esta crisis, pero es el mismo en Madrid, Andalucía y Galicia, las diferencias entre ellas se deben fundamentalmente a las medidas tomadas por sus gobiernos. El miércoles, Madrid registraba una tasa de 324 contagios en 14 días por 100.000 habitantes y subiendo, Galicia 70 y bastante estable. Aquí la hostelería cierra a las 21 horas, en Madrid a las 22. Con IFEMA celebrando ferias presenciales, acaban de levantar el cierre perimetral, no les gusta nada lo de no poder andar regando virus de un lado para otro de “su” España .

El sostenido aumento del nivel de contagios calienta más la campaña electoral en Madrid, el 30/3 ya adelantaba que sería un factor clave. Si decide, dentro de un mes, no renovar el estado de alarma el Gobierno del Estado debería mantener medios legales que permitan, si es preciso, aislar la capital al inicio de la cuarta ola, no deberíamos repetir el error del pasado año. Debemos estar preparados, aunque confío en que la mortalidad será mucho menor ahora, gracias a la vacunación en marcha.

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4 comentarios

  1. A cada uno nos cuesta poco encontrar argumentos y datos que confirmen que lo que queremos creer es la realidad. Nos pasa a todos.

    1. Es así, pero me limito a comparar los datos oficiales y, con todas las diferencias que hay entre ambos países, es curiosa la coincidencia de que tenemos el mismo número de muertos por mil habitantes que Brasil. Aunque aquí pueden perjudicarnos factores como el mayor porcentaje de personas mayores y la mayor concentración urbana, ellos tienen el inconveniente de contar con un sistema sanitario peor que el nuestro. Lo estamos haciendo mal y algunos juegan demasiado a la ruleta rusa.

  2. Cuanta razón tienes….
    Hay un factor que también afecta a la propagación del virus y es la densidad de población. En Brasil cómo en España hay grandes ciudades pero también mucha población diseminada. Con ello cada zona se comporta de forma diferente.
    Por esto Ayuso quiere que salgan de Madrid, para no seguirse contagiando más entre ellos.

    1. Tienes razón, debería haberlo mencionado. Lo pensé pero no quise complicar más el mensaje.

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