Esta es tu casa, porque eres un ser humano que quiere vivir en libertad. La única mujer medallista olímpica de Irán manda un mensaje a su país: ya está bien en oprimir a las mujeres. Una actividad en la que confluyen todas las ramas de islam, por mucho que estén enfrentadas.

Hay que animar y proteger a las mujeres que eligen huir de la opresión. Constituyen un gran ejemplo para los pueblos que quieren mejorar y para Europa son una enorme aportación de energía, juventud y capacidad. Es un orgullo que Kimia nos eligiera. Por cierto, no he encontrado ninguna foto en internet de esta mujer sin velo, quizá aún no haya materializado la decisión de quitárselo, quizá haya un equipo iraní de “guardianes de la revolución” borrándolas todo el tiempo o quizá no he sabido buscarlas.

Mi libro dedica uno de sus cinco capítulos a la libertad de las mujeres, que defino como el desafío más importante de la Humanidad en el S XXI. Entre otras cosas, en él se explica el papel de las grandes religiones, indefectiblemente dirigidas por hombres, en el sistema de alienación/sometimiento de las mujeres.

También pido allí que se considere el grado de libertad de las féminas como el principal baremo de calidad democrática de un Estado. Un baremo que debería emplearse por los países democráticos para graduar acuerdos comerciales en general y, en particular, los referidos a la venta de armas.

Un asunto que merece más atención de la que se le da en España. Aquí en seguida nos olvidamos de cómo circula el dinero entre los que tienen poder, lo importante es hacer negocios y presumir de crear empleo. Nadie se acuerda ya, pero, hace sólo una semana, la fiscalía anticorrupción presentó una acusación contra ex directivos de la empresa pública, Defex, por pago de comisiones por valor de 100 millones de euros, en paraísos fiscales y empleando sociedades pantalla, por ventas de material militar a Arabia Saudí.  Parece que tenemos gente importante metida en los negocios con un país execrable en el trato de las mujeres en particular y de los derechos humanos en general. Y además meten mano en la caja. Debería haber periodistas de investigación sobre este asunto. Hay mujeres muy capaces en la prensa. Al menos, ellas no deberían dejar pasar los aspectos oscuros de negocios con gente que las tiene sometidas.

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