Arde nuestro futuro

Arde la Amazonia, arden los acuerdos comerciales, arden los tratados de no proliferación de armas… Arde el futuro de todos.

Sería bueno retirar a los incendiarios pero parece que las llamas purificadoras atraen a muchos. Piensan que entre las cenizas van a encontrar sus esencias.

La reunión del G7, por la presión europea, ha intentado echar un poco de agua sobre el incendio. A ver si hay suerte y se consigue cambiar la tendencia y aplacar algo al grupo de incendiarios, sean nacionalistas anglosajones, madereros brasileños o autócratas diversos.

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