Como Presidente de Gobierno debe defender la Constitución y, en ese sentido, apoyar a la institución monárquica. En mal momento le ha venido la escapada del rey emérito a Emiratos Árabes, el lugar más medieval que ha encontrado, donde los jeques son dueños del país. Con la que está cayendo por la pandemia de coronavirus que, salvo improbable mejora, nos va a llevar a un retroceso histórico del PIB, cuando el Estado ya tiene un nivel de endeudamiento alto.

Le entiendo, se está batiendo en demasiados frentes en un entorno desconocido de grave crisis sanitaria. La coalición con Podemos es complicada porque es un partido dado a proclamas populistas y les cuesta estar callados. Necesita con urgencia un acuerdo para aprobar unos nuevos presupuestos e intenta negociar el apoyo de Ciudadanos. Terreno también difícil porque Ciudadanos está vinculado a la derecha, con la que gobiernan en algunas CCAA. “Alguien debería haberle explicado a Albert Ribera que en España no se puede ser, al mismo tiempo, de centro y centralista” decíamos aquí poco antes de que dimitiera.

La advertencia de hoy va dirigida al Secretario General del partido más importante de la izquierda española. El país y el PSOE tienen una historia y unas bases sociales que deben tomarse en cuenta. A Ciudadanos le vendría bien un acuerdo con el PSOE porque reforzaría su imagen de centro. Pero su viaje a estas demarcaciones políticas está condicionado por su visión del Estado, poco compatible con los socios habituales del ejecutivo, dentro y fuera del Gobierno.

Pedro Sánchez hace grandes equilibrios para seguir gobernando y evitarnos unas elecciones en muy mal momento. Pero que tenga cuidado con los mensajes y no se entusiasme demasiado con la monarquía. El rey es parte de la visión que tiene la derecha de esta España que Pedro dirige. No hay más que sintonizar la onda del PP o de Vox. Son conservadores y adictos a la política de Villa y Corte, donde aterra pensar en una hipotética república federal, con elementos de confederal.

Para ellos, el Rey es unidad, palabra que a Vd. también le gusta (este virus lo paramos unidos) y con la que convive (Unidas Podemos). Yo prefiero la palabra juntos, quizá porque unidos me suena a uniformidad y, en último término, a uniformes si llegan a hacer falta. Son uniformados de derechas los que trajeron la monarquía, tras liquidar la república 40 años antes.

Tenga Vd. cuidado con los excesivos entusiasmos monárquicos porque erosionarán su base electoral. El debate sobre la monarquía está servido. Va a generar tensiones, ya lo está haciendo, y su partido tendrá que posicionarse en serio, más allá de consideraciones tácticas o de las querencias juancarlistas de antiguos dirigentes por el posible papel favorable del emérito durante la Transición. Considere, sobre todo, lo que piensan los jóvenes.

Han vuelto a pasar otros 40 años y lo hecho entonces por Juan Carlos I podría considerarse muy bien pagado, no es inevitable convertirlo en una renta perpetua de los Borbones. A los políticos les gusta dejar a los hijos bien colocados, un tema preocupante que también analiza mi libro. El hijo del otro gran protagonista de la Transición, Adolfo Suárez, es diputado del PP y secretario cuarto de la Mesa del Congreso. Al menos no aspira a Presidente como su padre.

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2 comentarios

  1. Aqui, se puede. ¡ Es la democracia … !
    No se trata de ser o no ser monarquico, basta con cumplir y hacer cumplir la Constitución, lo cual no es, o no debería ser, una opción para el Presidente del Gobierno.
    Por lo demás, las opiniones y la libertad para expresarlas están amparadas por la Carta Magna, con lo cual allá cada quien con las suyas, pero algunas referencias sarcásticas, entre otras muy cuestionables, a la unidad, a la uniformidad y a los uniformados, por más que “ingeniosas”, no me parecen muy acertadas.

    1. Lo siento José Luis, en España si eres monárquico eres de derechas, aunque no está prohibido intentarlo desde la izquierda, por supuesto, soy liberal. Otra cosa fue el juancarlismo. Si Sánchez sigue mostrando entusiasmo sobre la institución, que en este caso está vinculada a la persona (se ocupa un puesto público por derecho de sangre), corre el riesgo de perder mucho voto frente a Unidas Podemos y los nacionalistas. A mi, por supuesto, me gusta esa referencia a la unidad…. Como digo prefiero la palabra juntos porque me parece más democrática, exige tomarse en cuenta unos a otros.

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