Hungría es el primer país europeo en que el Banco Nacional realizará una desinfección de billetes en circulación mediante un tratamiento térmico. Una tecnología que ya están empleando Corea del Sur y China para combatir la difusión del covid-19.
Ya lo saben, para evitar riesgos no empleen billetes. Dejen de ir al cajero, paguen todo con tarjeta o móvil y reducirán las posibilidades de contagiarse con la nueva epidemia. Enseñen como usar los medios de pago modernos a los mayores que tengan dudas, porque ellos son los más vulnerables. Para pequeños pagos pueden seguir empleando monedas, son menos peligrosas porque el virus sobrevive peor sobre metal.
Si a mí me preguntaran sobre el tratamiento térmico que hay que dar al papel moneda, optaría por uno radical: quemarlo. Está plagado de gérmenes nocivos y los peores son los de tipo social. Sin billetes desaparecería casi todo el lado oscuro (economía criminal, corrupción, terrorismo, tráficos ilegales incluido el de personas, economía sumergida…) que los humanos hemos acumulado en milenios de dinero opaco. Es la primera vez que podemos eliminarlos porque hay tecnología disponible para ello. Los países nórdicos ya se han puesto a la tarea de suprimirlos definitivamente.
Los que quieran reflexionar sobre este asunto pueden leer mi libro anterior (La Energía Oscura del Dinero, 2007), creo que el texto se puede bajar gratis de Internet.
Absolutamente de acuerdo. Pero lo veremos muy a largo plazo.
Hay muchos intereses en que siga el papel moneda: corrupción, financiación de los partidos, mantener toda la policía (sobraría más de la mitad)… Dinamarca ya va camino de suprimir los billetes y espero que sirva de ejemplo. Pero también hay factores que ayudan a que los gobiernos se lo planteen, el más importante: los graves problemas de recaudación para cubrir prestaciones sociales y combatir la desigualdad.