Me daba miedo que se pudiera repetir el desastre de la primera ola de la pandemia por no haberse combatido con firmeza el foco de Madrid, que ayudó a dispersarla por el resto de España. Parecía que en la segunda volvían a tomar medidas tímidas y quizá exageré mis temores en entradas recientes. Afortunadamente, la Presidenta Ayuso ha estado bien asesorada y su equipo ha sido capaz de aprender de las experiencias propias y de las de otros. Las cifras indican que Madrid maneja mucho mejor esta segunda ola, sin tener que cerrar la hostelería como ha pasado en casi todo el resto de la península.

No obstante, la comunidad destaca demasiado en número de muertos, 11.250, una cifra tomada de ABC la semana pasada, que representaba el 26% del total de España. Si se situara en la media de fallecimientos del país habría 5.000 madrileños más en el mundo. Supongo que el resultado es debido, sobre todo, a la primera fase de la pandemia en la que los errores vinieron tanto del Estado como de la Comunidad.

Ante las fiestas que se inician ahora, es bueno que Madrid intente controlar ese lado de su cultura, que a veces he caricaturizado de Viva la Virgen, proclive a acelerar aperturas de establecimientos, permitir concentraciones de gente y, a la vez, presumir de eficacia. Ayer volvió a ejercer de vanguardia festiva y fue la única Comunidad de España que votó en contra de las medidas acordadas por el Consejo Interterritorial de Salud, que coordina este tema. No les ha gustado el cierre perimetral de las CCAA ni que no se incluyera también el Día de Reyes entre los que permiten reuniones de 10 personas allegadas. Por favor, eviten la euforia por la mejora conseguida, que los datos de los dos últimos días no son tan buenos y aún tienen las ucis demasiado ocupadas. Sigan siendo eficaces, no debe morir tanta gente ni volver a convertir una ciudad tan grande y bien conectada en difusora privilegiada del virus.

En la foto, inauguran el hospital de pandemias Enfermera Isabel Zendal al que hacíamos referencia en la entrada anterior. La Presidenta -abrigo verde de Zara, creo, en contraste con sus acompañantes de azul oscuro, me hizo recordar una conocida frase de Rick a Ilsa en Casablanca- dijo que era un “hospital para España”. Esa tendencia a mezclar el conjunto del país con su capital, como si fuera lo mismo, es algo prepotente. Aunque a nivel local les favorezca, puede perjudicar a los partidos que gobiernan Madrid en otras partes, sobre todo en la periferia norte.

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1 comentario

  1. Hay una cosa que no entiendo . Si en Madrid todo va tan bien , porque tienen más muertos cada 24 horas que en Cataluña?

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